martes, 31 de julio de 2012

MIEDO ESCÉNICO


Siempre he odiado el protagonismo. Por eso, cuando fallecí, opté por no contárselo a nadie. Además, nadie me preguntó, por lo que todo indica que la muerte es algo sobrevalorado si lo comparamos con la Prima de Riesgo o el Bono Alemán, del que continuamente se habla. La única que parece haberse percatado de que algo ha cambiado es mi mujer. Está sorprendida porque ahora como frutas y verduras, mientras que antes era 100% carnívoro. Para colmo, dice que me ve más guapo que hace unos meses y que mi halitosis ha desaparecido. Total, que ahora hacemos el amor cuatro veces por semana, con desespero, como si no hubiera un mañana.
Al final mis padres van a tener razón cuando dijeron que nuestro matrimonio necesitaba de un milagro para revivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por comentar ! Y recuerda: sé constructivo, por favor...