miércoles, 18 de diciembre de 2013

MAGIA

“Quizás mañana” era la señal que había pactado con su ayudante. En ese instante, debía dar el cambiazo y colocar la chistera con el conejo. “Quizás mañana” repitió el mago, agitando las manos en dirección al mágico objeto. “Quizás mañana” dijo de nuevo apuntando a la chistera con su varita. “Quizás mañana”, “quizás mañana”... El abucheo de los asistentes reafirmó su ridículo. El espectáculo había fracasado. Avergonzado, dejó los artilugios y abandonó a toda prisa el local. Lo mismo hizo el público berreando maldiciones, invalidando la súplica que brotaba de las entrañas del sombrero.

4 comentarios:

  1. Hola, vengo a visitar esa entrada mágica de REC. Después de releerlo cuatro veces he caído en cómo magistralmente la chistera es un caníbal!!! Si no es así, esa es la magia que llegó a mi imaginación. Seguiré viniendo por aquí a leerte.

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  2. Hola, amigo, y gracias por comentar! Has acertado de todas todas. Es un sombrero caníbal... Será un placer verte por aquí y que yo también me pase por "allí". Un abrazo y gracias.

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  3. Pobrecillo mago, tiene una chistera mágica de verdad y no la sabe hacer funcionar!!!, nada de que salgan cosas, que desaparezcan y así tiene al sombrero contento. Por qué no mandas a tu mago a alguna convención de algún partido político, de cualquiera en realidad... Felices fiestas!!

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    1. Cuántas cosas, querida Mel, ignoramos que tenemos y pueden ser mágicas (¿el amor, la amistad, la valentía...?) En fin, respuesta algo romanticona pero que sinceramente pienso. Te deseo las mejores fiestas de tu vida!

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