miércoles, 21 de enero de 2015

PUBLICACIÓN

La editorial La Pulga editorial, de reciente creación, me ha incluido entre los 99 publicados de la antología que preparan. La antología versará sobre crímenes cotidianos (suena peligrosamente sugerente). Ya os informaré cuando salga el libro por si queréis haceros con un ejemplar y echarles un brinco de pulga a estos emprendedores.
Podéis seguirlos en Facebook.
De regalo, aprovecho y pego un texto que no tuvo tanto éxito pero que me gusta.

DIRECTRICES PARA SER FELIZ EN EL SIGLO XXI
ü  No leas. Prohibido. Esto equivale a comer chocolate para un diabético.
ü  Si ardes en deseos de leer, haz lo siguiente: compra una vomitiva revista del corazón y léela de un tirón. Debería bastar para evitar nuevas ideas delirantes. 
ü  Huye de cualquier actividad que te obligue a pensar, analizar o utilizar el cerebro de manera autónoma; dicho de otra forma: lo que te haga actuar de modo automático, contribuirá a tu felicidad: comer, dormir, merar, reproducirse, la comida familiar del domingo, etc.
ü  La televisión es la mejor distracción. Siéntate en el sofá y come algo mientras zapeas por los canales de mayor audiencia. No pierdas el tiempo en documentales o chorradas del estilo.
ü   Céntrate en ganar dinero y tener más que nadie. Es IMPOSIBLE ser feliz si el vecino tiene más.
ü  Por si no ha quedado claro: TÚ, MÁS. TÚ, SIEMPRE, MÁS, con independencia de si son coches, gallinas, multas o enfermedades tropicales.
ü  No rehúyas del punto anterior. Si tienes que pisar, pisa; si tienes que mentir, miente; hablamos de tu felicidad, tu vecino no importa.
ü  Llora y maldice en público cuando muera o pida limosna ése al que has pisado. Sobra decir que TÚ, LLOARÁS MÁS que nadie.
ü  Tus hijos van a crecer sí o sí. Tus padres van a morir de manera irremediable. Tu matrimonio es una convención social. Almacena riqueza y luego compra tiempo en forma de regalo: el MEJOR ordenador, el MEJOR viaje, la MEJOR residencia de ancianos, etc.
ü  Desoye a los que desean discutir. Ves a favor del que ostente el Poder. Recuerda aquello de tener principios pero con opción a cambiarlos.

PD: Evita que otros lean estas directrices. No está demostrado que la sociedad funcione si se aplican de forma mayoritaria.