lunes, 3 de marzo de 2014

LLUVIA ÁCIDA

La tromba de palabras sacó a los vecinos de sus viviendas. Hacía meses que ninguno era capaz de ordenar sus ideas. Se atascaban en frases banales y mudas. Nadie, a excepción de los gobernantes, era capaz de aportar nada nuevo. Fueron los bombarderos enemigos quienes obraron el milagro. Los motores anunciaban lluvia de muerte. Se refugiaron bajo las mesas, aterrados ante la perspectiva de las explosiones. Pronto comprendieron que algo extraño sucedía: los cristales no reventaban, sólo un ruidillo ligero llegaba a sus tímpanos. Entonces salieron. Y la realidad los deslumbró. Millones de palabras se amontonaban en el suelo. La población engulló adjetivos, digirió pronombres, utilizó verbos. Se vislumbró esperanza. El Gobierno estaba capacitado para contener un ataque nuclear, pero jamás apostó por una ofensiva tan sucia. 
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Este micro participa en el genial blog http://estanochetecuento.com/ durante el mes de marzo. ¡A ver cómo se nos da!