martes, 15 de enero de 2013

ESTADO FEBRIL


Se despertó con la turbación del que se asombra mirando con lujuria a alguien de su mismo sexo. Se encontraba demasiado bien para haber cenado un bocadillo de cristales aliñado con gel de ducha. Tampoco confiaba en que su cama de pinchos fuera cómoda, menos todavía si para arroparte poseías una colcha de alambre. Sin embargo, lo que apuntaba como una noche de reflujos y dolores de espalda, se transformó en un descansar plácido, suave, donde incluso transpiró y babeó a causa del bienestar que colapsaba su cuerpo.
El nuevo día entró por la ventana, y se sintió feliz, pese a que la extraña sensación de ser un faquir todavía le atosigaba.